Problemas en la coordinación ojo-mano y sus consecuencias en el aprendizaje.
Detectar las causas de las dificultades en la lectoescritura que puede experimentar un niño resulta de vital importancia para poder abordarlas y aplicar una adecuada rehabilitación.
Y de una de esas posibles causas es de la que queremos hablarte hoy en este post. Concretamente vamos a contarte qué son los déficits de coordinación ojo-mano, también denominados problemas de coordinación óculo-motora. Continúa leyendo este post si quieres conocer qué es esta habilidad y cómo puede afectar al aprendizaje y al desarrollo normalizado de un niño.
¿Qué es la coordinación ojo-mano?
Se trata de una habilidad fina que permite realizar con precisión algunas tareas en las que se requiere coordinar la vista con el movimiento de las manos. Por ejemplo, la escritura es una de las actividades que requiere de esta coordinación ojo-mano, ya que lo que el ojo visualiza debe coordinarse con la ejecución manual de eso que se está viendo.
En definitiva, es la capacidad que permite realizar actividades en las que se necesita integrar la información que transmiten los ojos (percepción visual) con el movimiento, normalmente, de las manos (motricidad fina).
La coordinación ojo-mano es una habilidad cognitiva compleja que debe funcionar a la perfección para poder guiar los movimientos de nuestras manos de acuerdo a los estímulos visuales que se envían desde el cerebro. El desarrollo de esta capacidad es, por lo tanto, fundamental en el desarrollo estándar de un niño ya que le resultará clave en su vida diaria, comenzando por su vida escolar cuyo aprendizaje puede verse seriamente resentido si sufre algún déficit en esa coordinación óculo-manual. Por ejemplo, experimentará problemas de lectoescritura que le impedirán seguir el ritmo del resto de niños de su edad.
Además, no podemos olvidar que casi todas las actividades de nuestra vida diaria requieren de la coordinación óculo-motora, por eso es importante prestarle atención. No solo es imprescindible para escribir en papel sino también para escribir con ordenador o manejar una calculadora. Y ya de adultos, sin esta habilidad no podríamos conducir, ni practicar deportes, ni simplemente abrir un cajón o introducir la llave en la cerradura de nuestra vivienda.
¿Por qué puede fallar la coordinación mano-ojo?
La coordinación mano-ojo puede fallar aunque una persona no experimente por separado problemas de visión ni problemas de motricidad. O dicho de otra forma, puede existir un problema de visomotriz aunque las partes que intervienen no presenten patologías concretas. Se trata de trastornos que afectan directamente a esa coordinación óculo-motora cuando ambas partes del cuerpo trabajan conjuntamente. Suelen tratarse de trastornos que alteran áreas motoras o que alteran áreas perceptivas y hacen fallar esta coordinación.
Pero también es cierto que el origen de este déficit en la coordinación mano-ojo puede estar en una de las dos partes, es decir, en un problema visual como el estrabismo o la ambliopía, o en un problema motriz como la hipotonía muscular, el desequilibrio postural o la lateralidad cruzada, causando problemas en esta habilidad cognitiva tan importante.
¿Se puede rehabilitar esta coordinación óculo-manual?
Efectivamente, la coordinación mano-ojo se puede entrenar y mejorar. Y también rehabilitar en el caso de sufrir algún trastorno. Pero para ello debes acudir a un centro especializado en terapias optométricas como Visualia.
Para mejorar esta habilidad se suele realizar un trabajo de plasticidad cerebral con ejercicios específicos para la coordinación mano-ojo que ayuden a que el cerebro y sus conexiones neuronales se fortalezcan conforme una persona hace uso de sus funciones. Además, gracias a nuestra trayectoria en el ámbito de la terapia visual y los trastornos de aprendizaje podemos complementar con otro tipo de ejercicios realmente positivos para que un niño mejore esta habilidad y pueda alcanzar su máximo potencial y rendimiento escolar.