Comprensión lectora en pantalla - Visualia

¿La comprensión lectora es la misma cuando leemos en papel que cuando leemos en pantalla?

En esta era digital, poco podemos decirte que no sepas sobre la gran cantidad de información que consultamos y leemos desde la pantalla de un ordenador, de una tablet o de un teléfono.

Libros, informes, artículos, reportajes, material académico… Contenidos de todo tipo se consumen cada vez más en pantallas, lo que ha despertado un debate que tiene mucha miga: ¿afecta el soporte elegido a la comprensión lectora?

Como expertos en optometría y terapia visual, y tras muchos años investigando y tratando cómo la función visual influye en el aprendizaje y en el rendimiento, podemos decirte que el soporte en el que se lee influye muy significativamente en la calidad de la lectura y, por lo tanto, en la adecuada comprensión de lo que se lee. Dicho de otra forma, no procesamos de igual forma lo que leemos en papel que lo que leemos en pantalla.

¿Quieres saber a qué se debe y qué podemos hacer al respecto? Te lo contamos en este post.

Compresión lectora en papel VS comprensión lectora en pantalla

En términos generales, y aunque obviamente hay excepciones que dependen de diversos factores, podemos afirmar que leer en papel proporciona una mejor comprensión lectora.

Este fenómeno no se explica únicamente por factores estrictamente cognitivos o pedagógicos, sino también, y en gran parte, por aspectos visuales, oculomotores y atencionales directamente implicados en el proceso lector: la lectura no es solo un acto lingüístico, sino una tarea visual compleja que requiere precisión en los movimientos oculares, capacidad de enfoque, coordinación binocular y estabilidad atencional.

Los estudios en neuroergonomía y terapia visual muestran que las pantallas digitales modifican varios de estos parámetros provocando esa menor capacidad de comprensión lectora:

    1. Fatiga visual y sequedad ocular: las pantallas emiten luz azul y producen menor contraste entre fondo y texto lo que incrementa la demanda acomodativa y provoca microfluctuaciones del enfoque. Esto repercute en la velocidad y en la retención lectora.
    2. Seguimiento ocular menos estable: en papel, los ojos realizan los movimientos sacádicos de forma más regular y precisa. Sin embargo, en pantalla, los saltos son más irregulares por el brillo y el desplazamiento del texto lo que puede provocar pérdidas de línea y retrocesos innecesarios.
    3. Menor anclaje espacial: el papel ofrece referencias espaciales (márgenes, peso físico, posición en la página) que ayudan al cerebro a construir una representación mental del texto. En cambio, la lectura digital tiende a fragmentar la información.
    4. Atención más dispersa: la multitarea asociada al entorno digital, junto con los estímulos periféricos de la pantalla, interfiere con la concentración sostenida, esencial para la comprensión lectora profunda.

 

Conclusión

Como decíamos, los profesionales que nos dedicamos a la terapia visual orientada al rendimiento académico y laboral, hemos observado además que los lectores con disfunciones acomodativas, problemas de convergencia o déficit en la motricidad ocular presentan mayores dificultades de comprensión lectora cuando leen en pantalla. El soporte digital amplifica las exigencias visuales, reduciendo la eficiencia lectora.

En resumen, aunque la tecnología facilita el acceso a la información y siempre será de agradecer que podamos consultar tanto contenido desde nuestros dispositivos móviles, en nuestro centro de terapia visual insistimos en que el papel es el medio más favorable para una lectura comprensiva, estable y ergonómicamente saludable para la vista, especialmente aplicable en aquellos estudiantes que sufren trastornos de aprendizaje en Asturias.

Elegir el soporte adecuado no es solo una cuestión de preferencia, sino de rendimiento visual y cognitivo y desde Visualia te recomendamos valorarlo con atención.