¿Se puede tratar la disfemia (tartamudez) con terapia auditiva?
Como en los últimos artículos publicados en este espacio hemos abordado diferentes trastornos visuales, hoy queremos ceder el protagonismo a la audición. Al fin y al cabo, muchos problemas de aprendizaje tienen su origen en deficiencias auditivas, de ahí la importancia de prestarles la misma atención que a la vista, e incluso en ocasiones, tratarlos conjuntamente.
¿Conoces la palabra disfemia? Seguro que a muchas personas les resulta completamente desconocida. Pero, ¿si decimos tartamudez? Así es: la disfemia es el nombre clínico de la tartamudez, un problema que, como todos los que afectan al habla, está íntimamente relacionado con la audición. ¿Quieres saber si las terapias auditivas y las técnicas para mejorar el aprendizaje pueden ayudar a las personas que sufren este problema?
¿Qué es la disfemia o tartamudez?
La disfemia o tartamudez es un trastorno de la fluidez del habla. Quien la padece tiene dificultades para hablar de manera rápida y fluida, y tiende a trabarse, sobre todo al comienzo de las conversaciones, frases o palabras. Ciertos contextos en los que esa persona está nerviosa o se siente observada (como puede ser el caso de un niño al que su profesora le hace una pregunta en clase) suelen agravar la situación, provocando un tartamudeo mayor.
El origen de la disfemia resulta muy difícil de determinar y todo apunta a que son varios los factores que intervienen. Aunque desde nuestro centro de terapias visuales y auditivas te aseguramos que, en todo caso de disfemia existe un problema de audición. Necesitamos oír para poder hablar. De hecho, cuando hablamos, necesitamos oír lo que decimos (retroalimentación) para que se produzca un correcto procesamiento del lenguaje.
La persona que padece disfemia o tartamudez tiende a utilizar más el oído izquierdo, cuando es precisamente en el hemisferio izquierdo en el que se sitúa el centro de procesamiento del lenguaje pero que recibe la información directamente del oído derecho. O también puede ocurrir que esa persona tartamuda no tenga una dominancia auditiva clara sin más, lo que le hace necesitar más tiempo para procesar la información auditiva, recibiendo los mensajes con cierto retardo y haciendo que se “atasque” al comienzo de conversaciones o frases. A su vez, ese bloqueo inicial hace que la persona se ponga más nerviosa, aumentando considerablemente el trastorno de la fluidez.
¿Puede mejorar con terapias auditivas y del habla?
Pues lo cierto es que sí. Aunque la disfemia o tartamudez no se puede corregir ni eliminar con terapias de este tipo, sí pueden conseguir que la persona suavice su problema.
Existen varios enfoques para mejorar o reducir este trastorno que siempre dependerán de las particularidades de la persona y del grado de tartamudez que tenga. Normalmente, estas terapias están orientadas a mejorar la fluidez al hablar y a lograr una participación oral más plena en los ámbitos profesionales, sociales y personales de quien la padece.
Existen terapias auditivas y del habla que ayudan a reducir el tartamudeo y, sobre todo, a que el paciente identifique cuándo puede sufrirlo para saber cómo actuar, logrando así un patrón menos lento y pausado, y más natural y fluido. Algunas personas, acompañan estas terapias con el uso de dispositivos electrónicos que aceleran la escucha de lo hablado para que esa retroalimentación sea más rápida y ayude a disminuir la tartamudez.
¿Sabías que en Visualia, además de realizar la mejor terapia visual en Asturias, también podemos ayudar a aquellos niños y adultos que presentan algún problema de audición o de procesamiento auditivo del lenguaje?