
Microestrabismo: qué es exactamente y cómo afecta al aprendizaje.
La visión binocular -la capacidad de ambos ojos para trabajar de forma coordinada y generar una sola imagen tridimensional- es esencial en el desarrollo infantil. Cuando sufre alguna alteración pueden aparecer dificultades no solo en el ámbito estrictamente visual, sino también en el rendimiento académico y en la adaptación social.
Una de las alteraciones menos conocidas es el microestrabismo, una desviación ocular tan discreta que muchas veces pasa inadvertida, pero que puede influir de manera significativa no solo en la visión, sino también en el aprendizaje de los niños. ¿Quieres saber qué es exactamente, en qué se diferencia del estrabismo y cuáles son sus síntomas?
Microestrabismo: ¿qué lo diferencia del estrabismo?
El estrabismo clásico se manifiesta como una desviación evidente de uno o ambos ojos, que puede ser constante o intermitente y que además suele reconocerse fácilmente a simple vista.
En cambio, el microestrabismo es una desviación mínima —generalmente inferior a cinco grados— que solo puede identificarse mediante una exploración especializada. Pero, a pesar de ser más discreto en su presentación, el microestrabismo también afecta a la alineación ocular y compromete la visión binocular, aunque de manera menos acusada.
Podemos decir que la diferencia esencial con el estrabismo, radica en que, además de ser un problema más leve, su visibilidad es distinta: mientras que el estrabismo se detecta con facilidad por motivos estéticos además de funcionales, el microestrabismo no genera esa alerta inmediata y, por tanto, puede permanecer sin diagnosticar durante años.
¿Qué sintomatología presenta?
La sutileza de este trastorno se debe a que, en la mayoría de los casos, el niño consigue compensar la desviación con mecanismos de adaptación cerebral. Esto significa que no existe una desviación manifiesta observable en la mirada. Sin embargo, estas compensaciones no son inocuas y terminan pasando factura tanto a la visión como al aprendizaje y al desarrollo.
A pesar de su sutileza, el microestrabismo tiene una sintomatología concreta a la que se debe prestar atención, más allá de que su certero diagnóstico se produzca en una consulta especializada. Algunos de esos síntomas son:
- El microestrabismo puede generar ambliopía (ojo vago) en el ojo afectado. También pérdida de visión en profundidad, visión doble en determinadas circunstancias, cansancio ocular y dolores de cabeza.
- Los niños que padecen un microestrabismo suelen presentar dificultad para mantener la atención en tareas visuales prolongadas, parpadeo excesivo o tendencia a acercarse demasiado al texto al leer.
En nuestro centro hemos comprobado que estos síntomas suelen atribuirse erróneamente a falta de concentración, al desinterés escolar o incluso a trastornos del aprendizaje en Asturias, cuando en realidad responden a esta alteración visual concreta que debe ser abordada mediante tratamientos como la terapia visual.
¿Cómo afecta el microestrabismo al aprendizaje en niños?
El aprendizaje escolar exige un uso intensivo de la visión: leer, escribir, copiar de la pizarra o seguir explicaciones que dependen en gran medida de la coordinación ocular. Cuando un niño tiene microestrabismo debe realizar un esfuerzo adicional para mantener la fijación y la convergencia visual, lo que puede causar que su ritmo lector se ralentice, que sufra saltos de línea, que se pierda al leer, que omita palabras o que cometa errores al copiar… todos ellos síntomas a los que, de mano, no se suele dar mucha importancia.
Sin embargo, estas dificultades no solo afectan al rendimiento académico, sino también a la motivación y a la autoestima. El niño puede sentirse menos capaz, mostrar rechazo hacia actividades de lectura o escritura y, a largo plazo, desarrollar una actitud negativa en clase.
La detección precoz mediante revisiones oftalmológicas es crucial. Con el tratamiento adecuado —que puede incluir terapia visual o técnicas de estimulación del ojo más débil— es posible mejorar la visión binocular y reducir el impacto del microestrabismo en el aprendizaje.
En conclusión, el microestrabismo, aunque menos visible que el estrabismo convencional y siendo una patología más leve, puede convertirse en un obstáculo significativo en el desarrollo académico de los niños. Identificarlo a tiempo en un centro especializado como Visualia permite intervenir de manera eficaz, favoreciendo la salud visual y el desarrollo escolar de los niños.