
Movimientos sacádicos oculares: qué son y su corrección mediante terapia visual.
Aunque su nombre no invita a presagiar nada bueno, los movimientos sacádicos oculares desempeñan un papel fundamental en la eficiencia del sistema visual, siendo esenciales para tareas como la lectura, la exploración visual del entorno o la fijación de la vista en objetos.
Sin embargo, cuando la capacidad para realizar estos movimientos falla, la percepción y la comprensión visual, e incluso el rendimiento académico o profesional, se pueden ver seriamente afectados. En estos casos, la terapia visual vuelve a convertirse en una herramienta terapéutica muy eficiente como te vamos a contar a continuación.
¿Qué son los movimientos sacádicos oculares?
Los movimientos sacádicos oculares son desplazamientos rápidos y simultáneos de ambos ojos que permiten cambiar el punto de fijación de un objeto a otro.
A diferencia de los movimientos de seguimiento visual lento, las sacadas no se producen de forma continua, sino a modo de “saltos” que permiten captar eficientemente nueva información visual. Estos movimientos, que pueden alcanzar velocidades superiores a 500 grados por segundo, están controlados por complejos circuitos neurológicos que involucran al tronco encefálico, los ganglios basales, el cerebelo y la corteza cerebral.
¿Para qué sirven exactamente?
Como decíamos, su función principal es la de permitirnos pasar de un punto de visión a otro de forma rápida y eficiente.
O dicho de otra forma más técnica, los movimientos sacádicos oculares permiten que la fóvea (la zona de máxima agudeza visual en la retina) se dirija rápidamente hacia estímulos distintos del entorno. Son, por tanto, imprescindibles para una lectura rápida y fluida, para una correcta exploración espacial o para una adecuada coordinación visomotora.
¿Qué sucede cuando los movimientos sacádicos están alterados?
Cuando las sacadas son imprecisas, lentas, hipométricas (demasiado cortas) o hipermétricas (demasiado largas), la eficiencia visual se ve afectada notablemente.
Esto puede dar lugar a dificultades para seguir líneas de texto, causar la pérdida frecuente de la posición durante la lectura (perder el renglón), provocar un bajo rendimiento escolar en niños, además de fatiga visual e incluso descoordinación motriz.
Las causas pueden ser diversas: desde alteraciones del desarrollo neurológico en la infancia, hasta traumatismos craneoencefálicos o patologías neurológicas. En muchos casos, sin embargo, se trata de disfunciones funcionales que no obedecen a una lesión estructural, y que son susceptibles de abordaje rehabilitador.
Terapia visual: ¿una solución para mejorar las sacadas?
La terapia visual puede resultar muy efectiva para tratar disfunciones que afectan a los movimientos sacádicos oculares. Normalmente, se basará en ejercicios orientados a mejorar la precisión, velocidad y coordinación de las sacadas, reforzando la conexión entre el sistema visual y el control motor ocular.
Numerosos estudios clínicos han demostrado que, tras un programa de terapia visual bien diseñado y personalizado es posible observar mejoras significativas en la eficiencia sacádica. Estas mejoras se traducen en un mejor rendimiento en tareas de lectura, atención visual sostenida y coordinación ojo-mano.
Si notas que tu hijo/a o algún familiar presenta problemas de lectura en Asturias, te animamos a venir a vernos para que valoremos si una disfunción ocular puede estar detrás, como es el caso de un problema en los movimientos sádicos oculares.
Recuerda que estos movimientos son esenciales para la visión funcional, y cuando se encuentran alterados puedes tratarlos con éxito en Visualia mediante terapia visual.