Eficacia visual - Visualia

¿Qué es la eficacia visual y cómo se valora?

Desde el punto de vista óptico, podríamos decir que la eficacia visual es la capacidad del sistema visual para procesar la información de manera correcta y eficiente. Y aunque para muchas personas esto podría traducirse en un simple “ver bien”, lo cierto es que va mucho más allá de eso, de ahí que su valoración sea realmente importante y necesaria, como me gustaría contarte hoy en este artículo.

¿Qué entendemos por eficacia visual?

El mejor punto de partida para abordar esta cuestión es dejar claro qué es la eficacia visual. Además de la definición que te he adelantado en el párrafo anterior, es evidente que la eficacia visual está íntimamente relacionada con la precisión y eficiencia con las que se pueden desarrollar aquellas tareas en las que interviene la visión.

Pero no debemos confundirla o limitarla a la agudeza visual ya que abarca otros aspectos como la percepción del contraste, la coordinación binocular, la capacidad de enfoque o la velocidad de procesamiento visual de la información.

En definitiva, la eficacia visual es un concepto complejo en el que intervienen todos los componentes del sistema visual para permitir una visión correcta, clara, cómoda y, obviamente, eficiente.

¿Cómo se valora la eficacia visual?

Y si en la eficacia visual intervienen todos los elementos del sistema visual, su valoración y evaluación pasará por analizar aspectos muy diversos como estos:

1.- Agudeza visual:

Es la variable más básica y comúnmente evaluada para analizar la eficacia visual. Mide la capacidad de una persona para distinguir letras o símbolos a una distancia específica, pero no nos da información sobre el esfuerzo que se precisa para ver nítidamente al usar ambos ojos a la vez en vez de por separado, ni proporciona la cantidad de información que se puede obtener del mensaje visual. La agudeza visual se evalúa tanto para la visión lejana como para la visión cercana.

2.- Movimientos oculares:

Los movimientos oculares bien integrados permiten rapidez y precisión para cambiar de línea en la lectura o para cambiar la mirada del libro a la pizarra, por citar algunos ejemplos, y son imprescindibles en la práctica de deportes que impliquen seguimientos oculares. En los seres humanos, el control del movimiento de los ojos en la lectura, requiere un alto nivel de precisión.

3. Capacidad de enfoque (acomodación):

Es la habilidad para enfocar los dos ojos rápida y automáticamente, independientemente de la distancia a la que se encuentre el trabajo. Las actividades como leer o escribir requieren la habilidad de sostener y mantener de forma prolongada la acomodación visual en cerca.

4.- Vergencias:

Son movimientos binoculares en direcciones diferentes, son:

  • Convergencia: habilidad necesaria para poder juntar los ojos hacia dentro para mirar objetos que están a una distancia corta (como las palabras a la distancia de lectura), y mantener el alineamiento de los ojos de forma cómoda y eficiente el tiempo necesario (periodo de atención). Esta habilidad se aprende en los primeros años de vida.
  • Divergencia: capacidad de desviar los dos ejes visuales de forma coordinada y precisa hacia fuera. La usamos sobre todo para mirar a un objeto relativamente alejado.

5.- Integración Binocular:

El sistema visual humano está diseñado de manera que los ojos y los músculos recíprocos, trabajen juntos en un alto grado de precisión de manera que los dos ojos parezcan uno sólo. Para poder leer de forma sostenida hay que coordinar los dos ojos hacia dentro y enfocar (acomodar). Esta habilidad está íntimamente relacionada con el control ocular del ojo y la habilidad de enfocar, aspectos que se estudian para conocer la eficacia visual.

6.- Estereopsis (Visión en 3D):

Es la capacidad que tenemos para integrar las imágenes que recibimos a través de cada uno de los ojos en una sola imagen en tres dimensiones, en relieve y con profundidad. Permite apreciar distancias relativas entre objetos, así como entre los objetos y el observador a través de la visión binocular. Sin embargo, no todas las personas poseen visión binocular, con lo que su percepción de distancias no es tan precisa.

7.- Percepción del contraste:

Este aspecto evalúa la capacidad de distinguir objetos del fondo sobre el que se encuentran. Es crucial en situaciones de poca luz o con bajo contraste, como conducir de noche. Las pruebas de percepción del contraste a menudo utilizan tablas con diferentes niveles de contraste o patrones de rejilla. La percepción del contraste también juega un papel clave a la hora de evaluar la eficacia visual.

 

La evaluación completa de la eficacia visual, generalmente, incluye una combinación de diferentes pruebas como muchas de las descritas arriba, y que tienen el objetivo de proporcionar una valoración integral del rendimiento visual del paciente. Como ves, muchas de las variables y dimensiones que se analizan ya las he tratado en este espacio en diferentes artículos.

En cualquier caso, una deficiente eficiencia visual, y siempre en función de los motivos que la causan, puede ser abordable mediante gafas, lentes de contacto o también mediante ejercicios o terapia visual en Asturias como la que puedes realizar en Visualia.