¿Qué relación hay entre problemas de visión y problemas de aprendizaje?
¿Cómo afecta la falta de visión en el aprendizaje? ¿Cómo funciona la visión y de qué forma interviene en el aprendizaje? Sigue leyendo para encontrar las respuestas y descubrir qué relación hay entre problemas de visión y problemas de aprendizaje.
El 70% de lo que se aprende en el colegio se hace a través del sistema visual
Leer, escribir, ortografía, y en muchas escuelas, el trabajo con ordenador, son algunas de las muchas tareas a las que se enfrentan los alumnos durante todo el día, día tras día.
Todas estas tareas requieren que el niño sea capaz de recibir y comprender de forma rápida y eficaz la información visual que, con frecuencia, está a una distancia corta de los ojos, generalmente, menor a la longitud del brazo. Por tanto, si hay cualquier interferencia en las habilidades visuales, el niño no puede desarrollar su potencial plenamente.
Estas habilidades, necesarias para un buen rendimiento académico, se desarrollan en la etapa preescolar y si surgen dificultades en la misma, se pueden reducir o eliminar con la ayuda de la optometría y sus terapias (terapia visual, terapia para reflejos primitivos…).
La íntima conexión del aprendizaje con la visión hace que los problemas de visión puedan ser fácilmente confundidos con un problema de aprendizaje.
¿Cómo afecta la visión en el aprendizaje?
Cuatro de cada diez niños no están visualmente preparados para empezar el colegio.
Los niños deben tener también otras habilidades, aparte de una buena vista, para aprender y entender lo que leen, entre ellas el ser capaces de enfocar, de hacer rastreos visuales o tener una buena coordinación de los ojos.
Si estas habilidades no se han desarrollado, o no se han desarrollado adecuadamente, el aprendizaje será difícil y estresante.
Los problemas de visión no son la causa de los problemas de aprendizaje. Sin embargo, unas habilidades visuales deficientes interfieren con el proceso de aprendizaje y pueden obstaculizar que el aprendizaje sea eficiente.
Las personas inteligentes y con una gran motivación pueden conseguir buenos resultados en el colegio o en el trabajo, aunque tengan unas habilidades y capacidades visuales reducidas. A cambio, esto les supone un gran coste de energía, y un esfuerzo y estrés innecesario.
En personas con una menor motivación, el tener incluso sólo una o dos habilidades visuales deficientes puede producirles suficiente estrés y frustración para no conseguir un buen rendimiento.
El 73% de los niños con problemas de aprendizaje tienen problemas visuales, y sin embargo… ven bien.
Para un estudiante ver lo escrito en la pizarra es necesario, pero, teniendo en cuenta que el 80% del “tiempo escolar” está dedicado a la visión de cerca (excluyendo los periodos de actividad física y de recreo) ¿de qué le serviría tener una buena visión de lejos si no es capaz de realizar un esfuerzo visual prolongado a 30 ó 40 centímetros y si no puede leer más de 10 minutos seguidos?
Un niño con dificultades en la coordinación de sus ojos, en el control del enfoque o problemas para mantener los ojos alineados, puede tener un gran stress visual, que repercuta en el rendimiento escolar.
Muchas veces hemos oído a los padres describir a su hij@ como: “Inteligente en todo, menos en los estudios”.
Existen otros factores que también influyen, igualmente importantes, tales como la audición, psicomotricidad, ambiente familiar, escolar, etc.,
En algunos de estos casos, sería necesaria una actuación multidisciplinar para su mejor solución (pedagogos, psicólogos, médicos, homeópatas, psicomotricistas, osteópatas, quiroprácticos, optometristas…)
¿Cómo se detectan y tratan las disfunciones visuales que afectan el aprendizaje?
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas advierte que 1 de cada 4 niños en edad escolar, sufre algún problema de visión sin diagnosticar y que alrededor de un 30% del fracaso escolar está relacionado con anomalías visuales.
La mayoría de las pruebas visuales que se realizan habitualmente sólo miden la nitidez de la visión en lejos, por lo que no se detectan muchos problemas visuales que afectan al aprendizaje.
Es fundamental realizar un estudio visual optométrico todos los años y un estudio de percepción visual si se detectan problemas escolares.
Los optometristas realizamos una serie de pruebas para diagnosticar y prevenir los problemas visuales, y llevan a cabo tratamientos con lentes, terapia visual, y terapia de reflejos primitivos para desarrollar las habilidades visuales.
La Terapia Visual MEJORA las capacidades visuales y, al mismo tiempo, el rendimiento escolar
Eliminar los problemas visuales que producen estos síntomas puede repercutir rápidamente en la mejoría del rendimiento del niño.
La terapia visual ayuda a los niños con problemas visuales a volver a desarrollar sus capacidades visuales de manera apropiada, para que el aprendizaje sea más fácil.
En los tratamientos que se realizan se desarrollan las distintas habilidades visuales para poder usar ambos ojos de manera más eficiente, e integrar la visión con los otros sentidos. Después del tratamiento, los niños mejoran su rendimiento de forma importante.
En nuestro Centro de Optometría y Terapia Visual podemos ayudarte si tu hijo/a tiene problemas de aprendizaje. Podemos valorar si se debe a un problema de visión. ¡Consúltanos!